viernes, 4 de enero de 2013

Sigo caminando


Estoy caminando. La gente sonríe, los niños están alegres por la cercanía de la navidad, el tráfico no fluye libremente, los árboles de algunas casas lucen adornos de toda clase, bolas rojizas del tamaño de una mano, luces multicolores que se asemejan a un arcoíris. Todo parece ir muy bien, excepto que ninguna de estas personas sabe, o finge no saber, o simplemente no le interesa el hecho de que acabo de perder a mi novia. ¿Acaso no entienden cuánto estoy sufriendo? Deberían sentirse todos tristes, compadecidos, solidarios. Mi alma está sangrando de amor; pero siguen riéndose, inmersos en sus pequeñas y miserables vidas. Pero me siento un ridículo, muchas de esas personas también sufren, y de seguro, algunas como yo tienen el alma destrozada. Tal vez porque no llegaran a tiempo a casa por el tráfico, o porque el dinero del aguinaldo no les alcanzó para comprar todos los regalos deseados. Y quizá una o dos, estén angustiados con pensamientos parecidos a los míos. El sufrir por amor es una circunstancia universal.
            Entro a un minimarket por unos cigarrillos, compro una cajetilla. El empleado me desea una feliz navidad, no le respondo. Salgo del lugar, como quien huye de la peste. Enciendo un pitillo mientras doblo la esquina. Tengo que ser práctico, pienso. Ella se ha ido hombre. Ya terminó. ¿Pero por qué justo en navidad?, ¿qué maldita idea se le habrá cruzado? Yo no valgo mucho, tal vez en verdad no valgo mucho, eso me aturde y me duele. Lloro un poco; no por ella sino por mí, por lo mal que se siente pensar en ella sin que ella esté.
            Sigo caminando, no pienso volver a casa, ni desenvolver los regalos. Sufriré como ya he sufrido antes, cuando otras personas a las que amé terminaron dejándome. ¿Pero por que en Navidad? Sé que esta vez no lameré mis heridas, ni que beberé hasta estar perdido, sé que no amargaré la vida de los demás con mi abulia. Sé también, que cada mujer que se me cruce por la calle será ella, y que esto me hará sufrir día y noche. Esto va a durar semanas, meses o tal vez hasta la próxima navidad.
            Pasaré esta noche sin sueños, sin embargo, sueño con una mañana donde despierte y esté pensando en algo diferente, entonces sabré que lo peor ya ha pasado. Encenderé la tv, miraré un partido de fútbol, escucharé las voces de los niños sin ningún rencor por los regalos, caminaré como hoy por callejas iluminadas de luces multicolores, disfrutaré la sonrisa de una mujer que no se parezca a ella.

            Mientras tanto sigo caminando…


Escrito por: Hideki. 

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